¡NO ME HABLES EN JERGA!
Cuando un físico entra por primera vez a trabajar a un hospital, por muy leído que se considere y por muy bien que crea que anda de ortografía y de vocabulario, se va a encontrar con un montón de palabrejas desconocidas que le harán pasar más de un apuro. Si es echado para adelante las preguntará abiertamente. Pero, si es tímido y con miedo de meter la pata, las apuntará, antes en el cuaderno de notas y ahora en el móvil, y las consultará al llegar a casa, antes en el diccionario de la RAE y ahora probablemente también en el móvil. La mayoría son de anatomía y entonces, sobre todo si el físico viene de dar dibujo en el bachillerato, no le resultarán nada familiares. Algunas las habrá oído y le suenen, pero es muy probable que no sepa a qué se refieren en concreto ni las haya visto nunca escritas.
Yo recuerdo que al principio me sentía rara, porque incluso mis compañeros físicos hablaban en algo que a mí se me antojaba como una especie de jerga totalmente desconocida y un tanto elitista. Y dada la naturalidad con la que todos las usaban, a veces pensaba que quizá fuera incultura mía, aunque después me tranquilizaba cuando preguntaba en mi entorno y (casi) todos me contestaban que tampoco tenían ni idea. Probablemente otros radiofísicos tengan más o diferentes, y seguro que alguna anécdota curiosa también, pero yo recuerdo de mis primeras semanas en el hospital:
1) Decúbito supino y decúbito prono:
No entiendo cómo, con lo fácil que es decir boca arriba y boca abajo, todos usamos lo de decúbito supino cuando hablamos de cómo está colocado un paciente sobre la camilla. Resulta que las palabras vienen del latín: “decúbito” significa acostado, “supino” sobre el dorso y “prono” sobre el vientre.